Turbogeneradores comprados para enfrentar crisis eléctrica en región suroccidental del país podrían ser parte de las viejas unidades vendidas por los bolichicos

Un presunto esquema de corrupción se estaría gestando con la crisis eléctrica como telón de fondo, la cual se habría convertido en la excusa perfecta para esquilmar, una vez más, el erario público venezolano. 

Por Maibort Petit
@maibortpetit

Los turbogeneradores eléctricos que el gobierno nacional y las autoridades del estado Zulia han anunciado como una gran inversión realizada por la Corporación Eléctrica Nacional, Corpoelec, para solucionar la grave crisis energética que enfrenta la región occidental del país, podrían formar parte de las plantas vendida por los “bolichicos” de Derwick Associates y Pro Energy Services al estado venezolano.

Turbogenerador de Sidor al momento de ser instalado en Termozulia 1.

Fuentes de todo crédito nos refieren que el turbogenerador que se instaló en la  planta Termozulia 1 y por el cual el gobierno pagó USD 30 millones, más 21 mil millones de bolívares por el traslado desde Sidor en el estado Bolívar a La Cañada de Urdaneta donde está ubicado el complejo térmico, de acuerdo a lo informado por el ministro de Energía Eléctrica y presidente de Corpoelec, Luis Motta Domínguez[1], en realidad sería parte de las plantas eléctricas con que los propietarios de Derwick Asociares presuntamente estafaron a la nación al vender —entre los años 2009 y 2010— como nueva lo que supuestamente era de segunda mano.

En esta imagen se aprecia en turbo generador cuando estaba ubicado en  Sidor. En este momento se estaban iniciando los trabajos de desmontaje de la unidad para ser trasladada al Zulia .

Este turbogenerador, de acuerdo a lo indicado en su momento por el vicepresidente de Corpoelec, Francisco Martin, aportaría 150 megavatios al Sistema Eléctrico Nacional, SEN, para el segundo semestre del presente año luego de su llegada al Zulia y posterior instalación.



Ya el portal El Pitazo, al momento de publicar la información había advertido que la unidad trasladada al Zulia es solamente chatarra a la que le hacen falta componentes que fueron robados. El portal aseguró que por “este y otro turbogenerador usado, Sidor pagó 96,8 millones de dólares, 22 millones de dólares más que lo que cuesta nueva de paquete”.


Hay que apuntar que la capacidad de generación eléctrica del Zulia asciende a 2.500 MW instalados, de los cuales sólo están operativos 290 MW, equivalentes al 11,6 por ciento de disponibilidad.


Nuestra fuente advierte que podría estarse gestando un nuevo esquema de corrupción y estafa a la nación, toda vez que a la ciudad de El Vigía en el estado Mérida, fue trasladado otro turbogenerador desde Puerto La Cruz, según una nota informativa de Venezolana de Televisión, VTV, emitida a finales de enero de este año 2018. En la reseña se observa al viceministro de Energía Eléctrica, Eustoquio Lugo, informar que la unidad trasladada en un buque de la Armada y que aportaría 150 megavatios al SEN[2], tuvo un costo de USD 35 millones más 31 mil millones de bolívares por gastos del traslado al estado andino.



Nuestro informante advierte que con lo anunciado en el Zulia y su similitud con lo ocurrido en El Vigía, se estaría repitiendo el mismo patrón. Agrega que el caso de El Vigía correspondió a la crisis energética generada en la región de Los Andes debido a que los embalses de Masparro y de la planta Fabricio Ojeda habían alcanzado una cota por debajo de los límites que permiten la generación eléctrica.


Para El Vigía—sostiene— se trasladó el turbogenerador que se encontraba en un patio de PDVSA, específicamente en la planta “Simón Bolívar” de la Empresa Nacional de Tubos (Enatub). Asegura que dicho turbocompresor estaba abandonado a la intemperie, a merced de la lluvia y el sol.  Indica que cuando surgió la crisis eléctrica actual, los artífices de esta trama vieron la oportunidad de negociar y presuntamente obtener dividendos con el envío de la unidad que supuestamente formaba parte  de los turbogeneradores que compraron los bolichicos a través de la empresa ProEnergy para instalar en una de las plantas con las que el estado venezolano contrató con ellos para la instalación de termoeléctricas, muchas de las cuales, nunca llegaron a concluirse.


Advierte la fuente que el caso de El Vigía y el Zulia ameritan una investigación exhaustiva por parte de las autoridades.

Evento irregular que no fue investigado


Pudimos conocer, que cuando estaban haciendo la instalación de una de las unidades vendida por Derwick en la planta de Sidor, uno de los componentes —consta de tres partes, a saber, el generador, el turbogenerador y el transformador— en este caso, el generador, fue fracturado al ser golpeado por una de las grúas con que lo maniobraban y procedieron a dejarlo abandonado en el sitio a merced de las lluvias y el sol. Una situación que a todas luces levanta suspicacias, pues cuando se contrata con cualquier empresa por adquisición de equipos e instalación, esta debe responder ante cualquier inconveniente, dificultad o desperfecto que se presente. Al no haber respondido Derwick como es preciso, es decir, solventando la situación y entregando la planta en perfecto funcionamiento, crea la sospecha de que se está en presencia de un hecho irregular.

Esta unidad estaba siendo instalada por la empresa (Derwick -Pro Energy) cuando se produjo un accidente.  La grúa le dió un golpe  en la parte que aparece al lado izquierdo de la imagen y fue por esa razón que aparentemente finalizaron los trabajos. Las fuentes consultadas desconocen si los equipos estaban asegurados, tal como lo establece la ley o si el proveedor violó esa cláusula del contrato.



Las 18 plantas compradas por Derwick



Otra fuente consultada para esta nota nos ofreció un cuadro comparativo en el que se presentan las plantas que contrató el Estado venezolano con la mencionada empresa Derwick Associates. De acuerdo al informante, las unidades —que supuestamente fueron compradas de segunda mano y que según su opinión no se corresponden a las características requeridas para solventar la crisis eléctricas del país— se encontraban abandonas en diferentes estados del país.

Según la investigación resumida en el cuadro acá presentado, las 18 unidades se encuentran desde su llegada al país en manos de los llamados custodios activos, a saber: Sidor (Puerto Ordaz), Citgo (Houston); PDVSA (Barcelona Petrocedeño, Proyecto Tamara, Puerto Guanta) y Corpoelec (Planta Centro y Puerto Guanta). Las mismas no fueron o no han sido entregadas a las ubicaciones acordadas (Planta José Antonio Sucre, Planta Juan Bautista Arismendi, Planta III Barquisimeto, Planta del Este, Complejo Generador Rafael Urdaneta, Caripito y Termozulia V). La razón —según la fuente— es que al realizar la entrega se pondría en evidencia física que las plantas contratadas por Derwick no cumplen con los requisitos mínimos exigidos. Debemos acotar que otra fuente consultada para la redacción de esta nota, refiere que es posible que la planta “Antonio José Sucre” no forme parte de las instalaciones a donde se tenía previsto  poner una de las unidades provistas por la empresa Derwick, en virtud de que se trata de una planta de más reciente data.


Del resto, refiere este otro informante, todas esas unidades antes mencionadas “parecen corresponder al señalamiento hecho, pues su capacidad de generación eléctrica actual está muy por debajo de lo que supuestamente deben producir”.

Recuerda esta fuente, que estas plantas fueron traídas a Venezuela para operar en los sitios de los que ahora están o han sido trasladadas a nuevos destinos, pero que fueron abandonas a la intemperie por razones que se desconocen, pero que hacen deducir, presuntamente, la presencia de irregularidades y casos de corrupción.


Extraer piezas de  equipos abandonados


Refiere que Corpoelec lo que ha hecho ahora es desmembrar los equipos abandonados, para destinar sus partes a plantas en otras regiones en las que se están presentando problemas eléctricos, como es el caso del Zulia, a donde han enviado el turbogenerador que anteriormente se encontraba en Sidor para con el reparar la máquina N° 1 de Termozulia 1 y con eso poder incorporar al sistema, aproximadamente de 150 a 170 megavatios, que luego, a través del ciclo combinado junto con las unidades 2 y 3 de dicha plata (Termozulia 1), lograr incorporar unos 600 o 700 megavatios al estado occidental.

Instalación del turbogenerador traído desde Sidor en Termozulia en La Cañada de Urdaneta

Agrega que el momento en que la unidad trasladada de Sidor a Termozulia sea puesta en funcionamiento, será vital para corroborar o no las sospechas de que los equipos vendidos por Derwick no eran más que chatarra o maquinarias de segunda mano y deficientes. Esa, subraya, será una manera contundente de certificar la veracidad de las acusaciones contra Derwick, pues al encenderlas y ponerlas en funcionamiento se verificará efectivamente su estado. El no prender o presentar fallas o deficiencias en su rendimiento, será evidencia contundente que corrobore las sospechas, advirtió.



Los negocios de los poderosos “Bolichicos”


Como se recordará, Derwick Associates, propiedad de Leopoldo Alejandro Betancourt López, Pedro Trebbau, Francisco Convit Guruceaga, entre otros, sin contar con la experiencia ni el capital para emprender una obra de tal envergadura, firmó doce contratos entre 2009 y 2010, a poco tiempo de su constitución como empresa. 


Un caso que fue denunciado por el presidente de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Foundation (HRF), Thor Halvorssen Mendoza, quien aseguró que “El Estado venezolano pagó más de 2 mil millones de dólares a los bolichicos por chatarra termoeléctrica que vendieron con sobreprecio”[3].


Refirió Halvorssen Mendoza que los contratos otorgados por PDVSA, Corpoelec y Sidor/CVG para enfrentar la crisis eléctrica del año 2010 fueron el marco para que los dueños de Derwick subcontrataran “a ProEnergy, una empresa estadounidense que se encargaría de lo técnico, debido a la total falta de conocimiento del grupo Derwick acerca de la construcción y equipamiento de plantas eléctricas”.


A través de ProEnergy se compraron turbinas de segunda y tercera mano, así como chatarra que fue vendida a la nación venezolana con un sobreprecio, dijo el denunciante.


Parte de estos equipos inservibles serían parte de los equipos que ahora el gobierno nacional anuncia que ha comprado por sumas millonarias.

Disclaimer


Las fuentes que dieron la información para la realización de este reportaje tiene garantía absoluta de anonimato.


Para la realización de esta nota intentamos comunicarnos con las personas mencionadas, y con las empresas cuyas direcciones y teléfonos aparecen en los récords públicos. También llamamos al números que aparecen listado pero hasta el cierre de este trabajo no logramos respuestas.




Si alguna de las empresas o personas mencionas desea contar su punto de vista sobre los detalles aquí expresado, les solicitamos que  se comuniquen a nuestro correo electrónico blogvenezuelapolitica@tuta.io. En este blog el derecho a réplica está garantizado.