Pese a denuncias en su contra por supuestos hechos irregulares, (asistente) VP de Cumplimiento y Ética de CITGO se jubila sin ser investigada

 Por Maibort Petit
@maibortpetit

  Señalada internamente de participar en supuestos hechos irregulares y de actuar en connivencia con Rick Esser —vicepresidente ejecutivo de CITGO Petroleum Corporation designado por la Asamblea Nacional en febrero de 2019— Jennifer Moos, asistente a la Vicepresidente de Cumplimiento y Ética de la filial de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en Estados Unidos, lejos de ser, por lo menos, investigada, ha logrado obtener un plan de pensión de la empresa “con USD 8.000 mensuales más una serie de beneficios para ella y sus familiares”, según una fuente interna consultada. Otra información sostiene que el monto otorgado sería menor [por el orden de los USD 3.000]
  Su retiro, que fue anunciado el 21 de abril, se hizo efectivo desde el pasado 30 de abril luego de haber ingresado a la petrolera estatal venezolana en 1996. En su cargo será reemplazada por Jay Martin.


 Vale la pena destacar que otra fuente consultada sobre este tema aseguró que CITGO tiene una pensión (programa de retiro) que ninguna otra empresa petrolera aún tiene en los Estados Unidos. De acuerdo a la información suministrada este “tipo de sistema de pensión se remonta a un calculo máximo de años de servicio desde hasta 1992 y es sueldo básico más bono en una fórmula con porcentajes, etc”. Sostiene entonces que “Jennifer Moos estaba en esas categorías con a un 65% por lo que la pensión debe estar por debajo del monto de los USD. 8.000″[que señalan las otras fuentes] Asimismo sostiene que el personal de CITGO se retira contando con el dinero que ahorra en planes de retiro e inversiones 4O1k que se acumula a través de los años y no con la pensión de CITGO por que es baja”, acotó. 


  Paralelamente, sostiene que los jubilados de CITGO tienen el beneficio de seguro médico [si la persona opta por continuar], “a un costo casi el doble del de los empleados. Esto no tiene excepciones por que son planes para todos y, cualquier desviación, constituye una causa para que los miles de jubilados puedan demandar a la corporación”, comentó. 

 Durante sus 25 años de servicio, Moos ejerció distintas posiciones, entre ellas como gerente de mercadeo y presidente del Comité de Compras de CITGO (CPC) entre 2010 y 2018, un cargo en el que, de acuerdo a fuentes ligadas a la empresa, habría aprobado, supuestamente en colusión con personal de compras de “Proyectos Especiales” y otros directores, transacciones con entidades intermediarias por más de USD 6 mil millones en por concepto de adquisiciones para PDVSA.

  La hasta hace días, Vicepresidencia de Cumplimiento y Ética, Jennifer Moos habría llegado en febrero de 2017 promovida por José Pereira, Gustavo Cárdenas y Nelson Martínez, como parte del presunto esquema por ellos impulsado y en el que Moos, “en mancuerna con Rick Esser, facilitarían las operaciones irregulares”. Y es que de acuerdo a tres fuentes internas consultadas, Moos y Esser solamente “serían piezas en el ajedrez que los cabecillas de la trama jugarían, puesto que carecían de la experiencia y el conocimiento para ejercer las posiciones en las que se les había designado”.

  Por ejemplo, las fuentes internas sostienen que “Rick Esser, quien continuó también como vicepresidente de Comercio y Suministro, aprobó compras de petróleo y ventas de productos derivados. Dado que el asesor general adjunto de CITGO, Jeff Bednar, comenzó a implementar una serie de controles para bloquear entidades corruptas que pretendieran negociar con la filial de PDVSA en los EE. UU., fue obligado a retirarse por José Pereira y Rick Esser en complicidad con el vicepresidente de asuntos legales, Edoardo Orsoni [acusado de delitos de lavado de dinero y corrupción por el gobiero de los Estados Unidos]“.

  Pero las denuncias no evitaron que Moos abandone CITGO con la jugosa remuneración y beneficios de por vida, con la felicitación de Luisa Palacios y Carlos Jordá, quienes habrían optado por evitar la confrontación legal con empleados que se mantienen dentro de la empresa estatal, a pesar haber formado parte de los esquema corruptos que encabezaron Nelson Martínez y Asdrúbal Chávez.

La trama denunciada dentro de CITGO

  Jennifer Moos, pues, presuntamente sería parte de una presunta  trama de corrupción “instrumentada en CITGO por José Pereira, Nelson Martínez y José Luis Zambrano, la cual tenía como estrategia el dominio del Comité de Cumplimiento, de manera de evitar así los controles internos y desbloquear a más de 730 entidades intermediarias pertenecientes a empresarios corruptos entre quienes se contaban José Manuel González Testino, Ángel Alberto Rodríguez Torres, Juan Carlos Hurtado Angarita, Manuel Chinchilla, Roberto Rincón, Ernesto Guevara, Michael Moretti, entre otros venezolanos”.

  Fue así como Rick Esser y Jennifer Moos, entre 2017 y 2018 —ya en sus nuevas posiciones en el área de Cumplimiento y Ética— “aprobaron irregularmente” —de acuerdo a lo referido por las fuentes del caso— “nuevos contratos de compras y pagos fraudulentos por más de USD 230 millones a empresas de maletín” de los arriba citados. Igualmente, habrían participado del esquema corrupto, otros individuos con fuerte conexiones con el régimen de Nicolás Maduro, esto con la colaboración de José Luis Zambrano y Glenn Hilman (compras), Judith Colbert (legal) y el personal de cumplimiento”.

  Sostiene el informante, que “el personal —empleados, directores y gerentes— tenía pleno conocimiento de las irregularidades y se sumaron a los fraudulentos procesos de revisión y aprobación, en los que intencionalmente, se ignoraban los controles internos en sus respectivas áreas”. Es decir, de acuerdo a lo establecido en la legislación estadounidense, incurrían en “ceguera deliberada del conocimiento de los hechos” o “indiferencia intencional” durante la aprobación de los contratos y pagos a empresas fantasmas.

Lavado de dinero

 En el esquema presuntamente también participaba personal del departamento de tesorería de CITGO, “quienes facilitaban los pagos ilegales a las compañías de maletín que actuaban en la trama como intermediarias en las negociaciones irregulares”. De este momento, supuestamente se “le daba el visto bueno a las transferencias bancarias desde Houston, Texas, directamente a las cuentas bancarias suministradas por los dueños o representantes de las entidades intermediarias sin la debida revisión”.

 Específicamente, sostienen las fuentes, “Gina Coon, Tesorera actual de CITGO, aprobó durante más de dos años, los pagos y transferencias bancarias a las empresas de fachada, facilitando así las operaciones de lavado de dinero que tales operaciones suponían. Fue así como se enmascararon sobreprecios, sobornos, comisiones, que iban a parar a cuentas en paraísos fiscales”.

Sostienen las fuentes, que “la mayoría de las compras realizadas bajo este esquema nunca se concretaron, por lo que PDVSA en Venezuela nunca recibió los productos y servicios que supusieron estos pagos irregulares.  Por ejemplo, el fallido proyecto de la refinería CITGO Aruba habría servido para que más de USD 100 millones beneficiaran a proveedores con la supuesta anuencia de Gina Coon”.

Dejar pasar

  Finalmente, las fuentes internas de CITGO sostiene que “hechos como el señalado evidencian la política de “cero controversia y confrontación” instrumentada por la junta directiva designada por Juan Guaidó en CITGO, la cual a más de un año en funciones, no ha dado cuenta de las investigaciones por corrupción, ni ha impulsado medidas destinadas a corregir y castigar a los culpables de los hechos irregulares habidos en CITGO Petroleum Corporation”.