Odebrecht: La materialización de la corrupción en los gobiernos de Latinoamérica

Por Maibort Petit
@maibortpetit

En el seno de la mayor empresa de la construcción de Brasil se tejió un entramado de corrupción que le permitió hacerse de multimillonarios contratos de los gobiernos de izquierda, y de algunos de derecha, de América Latina a cambio de jugosas comisiones que hicieron llegar a los bolsillos funcionarios públicos de dichas administraciones. El caso se ha convertido en una auténtica bomba de tiempo que amenaza con estallar dando a conocer a quienes estaban detrás de este esquema por el cual el conglomerado brasileño obtuvo proyectos sobrefacturados pagados por las arcas de los Estados.
No era un hecho fácilmente detectable y mucho menos comprensible. Odebrecht logró armar todo un entramado de corrupción que requirió de la puesta en marcha de una operación multinacional para poder descubrirlo y entenderlo para, finalmente, darlo a conocer. 

Una investigación que estuvo en manos del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y que sacó a la luz una red de sobornos superior a los 788 millones de dólares que facilitaron que el gigante brasileño se beneficiase con contratos por el orden de los 3.300 millones de dólares.


Además de Brasil, las coimas de Odebrecht llegaron a otros once países, a saber, Angola, Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela.

Los hechos tuvieron lugar entre 2001 y 2016 y se llevaron a cabo a través de un esquema de sobornos que en el extranjero elevó los oscuros beneficios a 439 millones de dólares. Entretanto, 250 millones de dólares fueron los ilícitos pagos que Braskem, una empresa controlada por Odebrecht en sociedad con Petrobras, hizo a funcionarios de la región.

Un caso que dejó en evidencia la corruptela existente a todos los niveles, desde los más modestos empleados hasta los más encumbrados funcionarios, como es el caso del exministro de Hacienda de Brasil, Antonio Palocci, quien fue detenido luego de las investigaciones del caso lava jato que favoreció a la constructora Odebrecht con contratos millonarios para la estatal Petrobras, determinó que tanto él como miembros de su partido político se beneficiaron de esas acciones delictivas.

La constructora Odebrecht y la petroquímica afiliada Braskem se declararon culpables en un tribunal estadounidense por violar las leyes de la nación norteamericana sobre soborno en el extranjero.

Las averiguaciones llevadas a cabo por el Departamento de Justicia estadounidense establecieron que tanto Odebrecht como su filial Braskem repartieron más de mil millones de dólares en sobornos a través de más de un centenar de proyectos que se ejecutaron en once países de América Latina.

El informe emitido por la instancia del Ejecutivo estadounidense refiere que se establecieron acuerdos de indulgencia con las dos empresas brasileñas en los que participan autoridades de Brasil y Suiza.

Se trataría de los acuerdos de indulgencia más grandes de la historia alcanzados en todo el mundo en casos de corrupción, dado el alto monto que este alcanza, según lo revela el Departamento de Justicia de EEUU en el informe que rubrican el procurador de Justicia, Robert L. Capers, y el jefe de la Sección de Fraude de la División Criminal, Andrew Weissmann.

Y es que Odebrecht y Braskem, además de reconocer su culpabilidad, se comprometieron a pagar 3.500 millones de dólares a los tres países —EEUU, Suiza y Brasil— que participan del acuerdo. A cambio, los juicios en curso o aquellos que pudieran abrirse en el futuro contra las empresas, quedan sin efecto.

La Fiscalía General de Suiza congeló unos 100 millones de dólares en cuentas secretas de Odebrecht, los cuales servían para pagar sobornos en Brasil y otros 11 países.

Se supo que el gigante de la construcción de Brasil obtuvo un plazo de 23 años para cancelar la indemnización, el cual deberá hacerse en un solo pago.

Sobre el procedimiento para llevar a cabo las operaciones, se conoció que Odebrecht creó el Departamento de Financiamiento Estructurado, una instancia a través de la cual se pagaban los sobornos a los funcionarios públicos brasileños y extranjeros. Y es que la distribución del dinero sucio fue el único fin por el que nació tal dependencia del gigante de la construcción.

El informe del departamento de Estados de EEUU explica que el esquema de corrupción de Odebrecht está diseñado de tal manera y con tanto ingenio que hace extremadamente difícil el rastreo de los dineros utilizados para el pago de sobornos, tanto desde su origen como en su destino. Políticos, organizaciones partidistas y candidatos a distintos cargos en once países de la región y Brasil vieron sus cuentas rebosar de dinero proveniente de la estructura financiera corrupta nacida en el seno del grupo Odebrecht.

La filial de Odebrecht, Braskem, pagó —como ya hemos dicho— 250 millones de dólares en sobornos, de los cuales, $75 millones, para que funcionarios corruptos aseguraran beneficios de por lo menos 289 millones de dólares a una subsidiaria de Odebrecht. Los investigadores establecieron que, en el caso de los productos petroquímicos, parte de los sobornos se dirigió a que la fórmula para calcular el precio de la nafta fuera cambiada, partiendo del uso de aceite como materia prima de la industria.

Las averiguaciones de la Operación Lava Jato dieron a conocer que el cambista Alberto Youssef y el exdirector de suministro de Petrobras, Paulo Roberto Costa, quienes ahora actúan como colaboradores en el esclarecimiento del caso han hecho importantes revelaciones a la Policía Federal con respecto a Braskem, revelando que esta empresa pagaba entre 1 y el 3 por ciento de los sobornos en efectivo. Igualmente han denunciado la participación de parlamentarios y exparlamentarios, como Peter Henry y Pedro Correa, ya condenados, así como Nelson Meurer, John Pizzolati, Mario Negromonte, Luiz Fernando Sobrinho, José Otávio, Arthur Lira, Dudu Fuente y Aguinaldo Ribeiro. También los senadores Ciro Nogueira y Benedito de Lira, aunque todos estos niegan su participación.

La corrupción chavista se manifiesta con los sobornos de Odebrecht en Venezuela

En Venezuela, funcionarios públicos de las administraciones del finado Hugo Chávez y de Nicolás Maduro habrían recibido pagos irregulares entre los años 2006 y 2015 por un monto que alcanza los 98 millones de dólares.

Tal hecho también se dio a conocer en el informe del Departamento de Justicia norteamericano que indica que Odebrecht creó la empresa Smith & Nash Engineering Company, la cual tiene sede en las Islas Vírgenes Británicas, la cual tenía como objetivo el pago de sobornos por parte de Odebrecht por un total de 998 millones de dólares, distribuidos en más de cien proyectos supuestamente ejecutados en Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela, entre 2001 y 2016.

Según lo reveló el diario brasileño la Folha de Sao Paulo, “S&N fue usada por Odebrecht para llevar adelante el esquema de propinas, esconder o disfrazar pagos impropios, hechos en beneficio de servidores públicos extranjeros y partidos políticos extranjeros en varios países”.

En lo que respecta a Venezuela, lo significativo del asunto es que, luego de Brasil, el país caribeño es el lugar donde los sobornos a funcionarios y políticos corruptos, tuvo mayor envergadura. El chavismo logró embolsillarse 98 millones de dólares por facilitar el otorgamiento de jugosos contratos del estado venezolano a Odebrecht.

Luego Brasil y Venezuela, República Dominicana y Panamá son los países donde registraron los más altos sobornos. Los fiscales brasileños subrayaron el hecho de que las autoridades de Panamá se negaron a cooperar en su pesquisa. En su descargo, sin embargo, la oficina de la Presidencia panameña manifestó “su total respaldo a las investigaciones (…) para que se procese y se sancione a las empresas y a las personas involucradas en estos actos”.

Entretanto, el Ministerio Público de la nación centroamericana indicó que solicitó información sobre la investigación a Estados Unidos. En este sentido, fiscales panameños se trasladarán a EEUU para buscar datos sobre el pago de más de 59 millones de dólares en comisiones de la constructora Odebrecht en esa nación de Centroamérica para hacerse de contratos de obras.

Para decepción del público de los países involucrados en el esquema de corrupción de Odebrecht, el informe del Departamento de Justicia de los Estados Unidos no revela los nombres de los funcionarios y políticos involucrados. Lo que sí quedó claro, es que la corrupción no es un mal únicamente del capitalismo, sino que también envuelve a los gobiernos de izquierda que se hacen llamar de vanguardia o progresistas.

Las banderas enarboladas por el chavismo en Venezuela han quedado salpicadas una vez más con este escandaloso caso que no deja dudas sobre la corrupción imperante tanto en el gobierno de del difunto Chávez desde sus mismos inicios, como ahora en la deslegitimada administración de Nicolás Maduro. Los chavistas no han dejado de enriquecerse a la sombra del “secreto comercial” en turbios negociados con empresas nacionales y extranjeras.

La izquierda Latinoamericana manchada

Y si bien no han quedado descubiertos los protagonistas, sí ha quedado patente ante el pueblo chavista que el liderazgo partidista y los funcionarios de gobierno tienen las manos manchadas por el flagelo de la corrupción.

Por su parte, desde la presidencia del Perú dijeron que Odebrecht está obligada a explicar los pagos en su país, mientras que en Ecuador y México se dio inicio a sendas investigaciones. En Colombia se pidió a la Procuraduría General abrir una averiguación al respecto.

En Argentina las administraciones de los Kirchner se ven ampliamente comprometidas con estos hechos. Las investigaciones apenas comienzan.

Desde el seno de la policía de Brasil se sostiene que la constructora Odebrecht podría haber pagado sobornos al expresidente del Perú, Ollanta Humala, así como a funcionarios argentinos, entre ellos el exsecretario de Transporte kirchnerista, Julio De Vido.

Al verse salpicado, De Vido negó los hechos e intentó salpicar al actual mandatario Mauricio Macri. Precisó que pese a que la prensa oficialista lo obvia, en Argentina el socio de Odebrecht es Ángelo Calcaterra, primo del presidente Macri.

El fiscal argentino que lleva a cabo la averiguación sobre el caso Odebrecht, Sergio Rodríguez, dijo que sus investigaciones versan sobre cuatro proyectos y que intenta contactar con sus pares en Brasil para que le suministren información que pueda incorporar a sus indagaciones.

En esa nación, la Oficina Anticorrupción contactó con fiscales e investigadores brasileños para informarse sobre los presuntos sobornos que en la nación de la plata alcanzarían los 35 millones de dólares pagados a funcionarios entre 2007 y 2015.

Desde el Ecuador, el fiscal general, Galo Chiriboga, dijo que solicitó información a Brasil y al Departamento de Justicia de Estados Unidos por intermedio del embajador en esa nación. “Para el caso de Ecuador vamos a saber a quiénes fueron los que sobornó la empresa Odebrecht”, dijo Chiriboga, afirmación con la quedó establecido que hay una averiguación oficial en curso.

La Fiscalía ecuatoriana llevó a cabo un allanamiento en la sede de Odebrecht ubicada en Guayaquil y allí incautó documentos que podría estar relacionados con sobornos que se elevarían a más de 35,5 millones de dólares.

En México, la Secretaría de la Función Pública precisó que había comenzado a recopilar datos sobre el caso, una investigación que realiza en conjunto con la petrolera estatal Pemex.

En la nación azteca los sobornos de la constructora Odebrecht serían por 10,5 millones de dólares pagados a funcionarios de la petrolera estatal Pemex.

Lula Da Silva absolutamente embarrado

En Brasil, las averiguaciones realizadas indican que habría habido una supuesta complicidad entre la empresa Odebrecht y el expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva. La construcción del estadio de Corinthians sería el caso donde se transparentarían los turbios manejos del exmandatario.

Esto se habría sabido a raíz de la información dada a conocer por Marcelo Odebrecht, exrepresentante legal de la constructora, cuando pactó suministrar datos a cambio de una rebaja en su pena.

La operación Lava Jato adelantada sobre los negocios ilegales entre varias constructoras y Petrobras, sacó a la luz las presuntas irregularidades en la construcción del Corinthians la cual tuvo financiamiento del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social.

Emilio Odebrecht, representante de la constructora dijo que el estadio fue un “presente” con el que la empresa quiso halagar a Lula por las obras contratadas durante su gobierno.

Sin duda, el caso Odebrecht deja muy mal parada a la izquierda de América Latina, empeñada durante años en mostrar una imagen de transparencia y honestidad que sus gestiones de gobierno están muy distantes de cumplir, según dejan ver los hechos.

Un comentario sobre «Odebrecht: La materialización de la corrupción en los gobiernos de Latinoamérica»

  1. En Varios países se están aplicando medidas tendientes a determinar que funcionarios recibieron las jugosas comisiones, pero en Venezuela la reacción es tardía y eso marcha demasiado lento, lo cual deja claro que no hay interés de parte del estado en esclarecer los hechos de corrupción, convirtiéndose el estado en cómplice de los corruptos

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