Conoce la negociación del Chapo con miembros de la FARC para traficar cocaína

El testigo reveló secuestros, asesinatos y sobornos a altos militares colombianos, mientras que en todo momento la estrategia de la defensa de Joaquín Guzmán Loera se enfocó en restarle crédito al testigo de la fiscalía ante el jurado.

Por Maibort Petit
@maibortpetit

Durante la audiencia del juicio a Joaquín Guzmán Loera de este jueves la defensa interrogó el testigo de la fiscalía, el narcotraficante colombiano Jorge Cifuentes Villa, a quien la intentaron desacreditar ante el jurado. Durante esta jornada fue posible conocer una conversación sostenida por el acusado con un miembro de la guerrilla colombiana FARC para negociar el envío de seis toneladas de cocaína.


Por la representación legal del Chapo Guzmán tomó la palabra Jeffrey Lichtman, quien requirió al testigo confirmara si había estado dedicado a la actividad criminal desde su etapa de niñez, a lo que Cifuentes Villa respondió afirmativamente.

— ¿Y has estado mintiendo desde que eras un niño? — preguntó Lichtman.

— Sí, señor —respondió el testigo.

El abogado procuraba poner en tela de juicio la credibilidad de Jorge Cifuentes, quien no interpreta como fraude la utilización de documentos falsos. Las interrogantes de Lichtman tenían como fin presentar al testigo como un individuo deshonesto.

Entre los antecedentes de Jorge Cifuentes tenemos que  proviene de una familia pobre y como ejemplo de dicha condición contó que dormía en una cama con siete personas. 

También se supo que su padre se dedicaba a conducir un camión en el que contrabandeaba licor y cigarrillos y admitió que varios miembros de su grupo familiar estuvieron incursos en actividades de narcotráfico.

Entonces se conoció, además, que procesaron hojas de coca —base de la cocaína— en la granja familiar y el hermano menor, Alex, ayudaba a secar las hojas en el horno.

Entretanto, el hermano mayor de Jorge Cifuentes, a saber, Francisco Cifuentes, estudió en un colegio militar, circunstancia que le facilitó entablar relaciones de amistad con quienes después pasarían a conformar la oficialidad de las fuerzas armadas de Colombia.

El interrogatorio llevó a que el testigo revelara que oficiales de alto rango, entre ellos generales, visitaran a Francisco Cifuentes en su oficina, allí, donde se recibían cajas llenas de dinero en efectivo, sobornos con los que constituyeron el capital para posteriormente hacer los envíos de droga.

Y es que todos en la familia del testigo del gobierno —madre, hermanos, sobrinos y allegados— se vieron involucrados en actividades de narcotráfico en Colombia. 

Las relaciones con grupos al margen de la ley por parte de la familia Cifuentes  también se hicieron patentes. Sus actividades delictivas con drogas traspasaron las fronteras de Colombia, razón por la cual Jorge Cifuentes le habría sugerido a su hermano Alex —preso en Colombia— convertirse en testigo cooperante del gobierno.

El abogado insistió sobre Cifuentes Villa acerca de si había sido absolutamente franco con las autoridades de los Estados Unidos respecto a las actividades criminales de su familia.

Al respecto, Jorge Cifuentes dijo:

— Problemas familiares típicos. Solo lo usual. Chismes ahí, chismes aquí —dijo.

Ante este comentario, el abogado hizo referencia al hecho de que el hermano del testigo habría ordenado el asesinato de su sobrino por intentar secuestrar a su madre. Esto es que Alex Cifuentes Villa dispuso la muerte de su sobrino Jaime, alias “JR”.

La respuesta vino cargada de ironía y sarcasmo:

— Problemas familiares típicos. 

Jorge Cifuentes Villa evitó en todo momento perder el control ante las preguntas de Lichtman, quien por todos los medios buscaba desequilibrarlo y desacreditarlo ante el jurado, para lo cual se valió del humor.

A la pregunta del abogado acerca de si había utilizado “compradores de paja” para adquirir propiedades, sonrió y levantando la mano admitió:

— Culpable.

Se pudo conocer también, que al igual que otros narcotraficantes, el testigo consideró la posibilidad de practicarse una cirugía, aunque advirtió que no habría sido con fines estéticos. Subrayó que en su caso habría sido un procedimiento seguro en razón de que se utilizaría la misma anestesia que usaba Michael Jackson. 

Igualmente se presentaron los libros de contabilidad llevados por Jorge Cifuentes Villa, donde hacía registro de todas las operaciones llevadas a cabo para el acusado. El testigo al parecer se sentía orgulloso de su actividad criminal con el Chapo y decía: “yo soy el responsable del dinero de Don Joaquín”.

Se dieron a conocer las transcripciones de las conversaciones sostenidas por el Chapo Guzmán con un miembro de las FARC a quien se identifica como “Tomás” y a quien el acusado se refiere como “sobrino” y su interlocutor lo trata de “tío”.

Tomás le dice al Chapo que se encuentra con la persona y le advierte las dificultades que presenta la comunicación, una situación de la que el acusado se queja.

Tomás seguidamente le informa que lo comunicará con la “persona” y el Chapo le manifiesta su disposición a brindarle todo su apoyo.

UM2: “Gracias, amigo. Aquí estoy con su familiar, me comenta la situación, pues y yo le he puesto todas las cartas sobre la mesa donde yo le puedo colaborar, en lo que le puedo colaborar y, pues, le escucho.

Chapo: Oiga, me dice mi sobrino…

UM2: Sí, señor.

Chapo: Que usted tiene seis y si se le pagan dos y media usted pone esas seis allá en-en Guaya [PH] en, en Guaya, ¿es-es cierto o no?

UM2: Sí, sí, sí, en el punto. Sí, en el punto se lo pongo le doy la seguridad hasta que arranque.

Se acordó un pago que se llevaría a cabo a través de una cuenta bancaria y el Chapo le solicita al guerrillero los datos para hacer la transacción.

Chapo: Aquí me están pasando un recado, disculpe. Ándele, pues, mire, este, ¿usted tiene algún numerito, un número de cuenta donde depositarle ese dinero? Pero mientras-mientras, este, necesito que me haga usted el favor de atender un muchacho que cheque las cosas, porque pues… Hemos tenido muchos problemas, ha llegado muy bajo y necesitamos que-que-que necesitamos que las cosas estén buenas porque…

UM2: Mire…

Chapo: …que hay seriedad.

UM2: …póngame cuidado lo que le voy a decir 

Chapo: Fue uno…

UM2: Lo que yo le…

Chapo: Si fuera para no cumplir, pues, dijera uno, pues, “Mándelas al cabo”, pero no-no, no se trata de eso. Se trata de que las cosas estén buenas pa’ cumplirlas de inmediato y seguir de… y seguir echando vueltas.

Por otra parte, se supo que el juez Cogan se refirió a los mensajes emitidos por el abogado Balarezo por su cuenta en la red social twitter, indicando que “estuvieron cerca de crear una probabilidad sustancial de interferir en un juicio justo”, sin embargo, no amonestó al representante legal del Chapo Guzmán.

El magistrado le advirtió al abogado que aunque los mensajes mostraban su “infatigable sentido del humor”, era necesario que lo controlara.

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