Defensa de sobrinos de Nicolás Maduro niega que sus clientes hayan querido liberar al capo Hermágoras González Polanco

Por Maibort Petit
@maibortpetit


En un documento entregado este lunes 6 de marzo a la corte, los abogados de Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas pidieron al juez desestimar los nuevos argumentos presentado por la fiscalía en contra de sus clientes y aprobar un nuevo juicio para los sobrinos del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

En las respuestas a las mociones In limine de la Fiscalía, la defensa advierte que “en un intento aparente de salvar una investigación y un enjuiciamiento extraordinariamente defectuosos en este caso, en el que su propio testigo principal mintió en el estrado, el Gobierno descarta ahora el registro y aplica incorrectamente la jurisprudencia pertinente”. 


Los abogados responde con estos argumentos a las mociones después del juicio presentadas en febrero 2017 por el gobierno, donde se entregaron una serie de nuevas evidencias provenientes de la data extraída de los teléfonos celulares de los dos convictos por conspirar para traficar, distribuir y manufacturar 800 kilos de cocaína desde Caracas a los EEUU, vía Honduras.


Argumentos inútiles del gobierno 


La defensa califica de “inútiles” los intentos del gobierno de oponerse a la petición de un nuevo juicio, a la vez que critican el escrito presentado por el equipo del fiscal Preet Bharara donde según los abogados “No refutan los argumentos expuestos en las mociones de los demandados después del juicio”. 


Los defensores argumentan que “basado en las Reglas 29 y 33 las mociones de Campo Flores y Flores de Freitas deben ser otorgadas”. 


– Esta Corte debe, como mínimo, ejercer su considerable facultad discrecional para conceder un nuevo juicio, para que los Demandados puedan recibir un juicio justo y libre de la mancha del perjurio extraordinario cometido por el principal testigo del Gobierno, afirman la defensa.


Señalan que “las pruebas presentadas por el gobierno en el juicio están plagada de argumentos basadas en las nociones especulativas y no apoyadas jurídicamente. La fiscalía ha intentado enmarcar como “inferencias” elementos que podrían haber sido elaboradas por el jurado.

Más adelante sostienen que “el Gobierno estableció que la conspiración involucraba a un núcleo de conspiradores, entre ellos Campo, Flores y un hombre al que en varias ocasiones se refería como Pepero”.

La defensa asegura que no hubo absolutamente ninguna evidencia presentada en el juicio que apoyara la idea de que “Pepero” era un miembro de la conspiración por la cual fueron procesados Campo y Flores.


Señalan que la conspiración consistía en importar drogas a los Estados Unidos y distribuir narcóticos con el conocimiento de que los estupefacientes eran importados a norteamérica. 


Sostienen que “Pepero” no estuvo presente en ninguna reunión con las fuentes confidenciales. “Pepero” no fue capturado en ninguna grabación u otra comunicación conversando sobre el transporte de narcóticos a los Estados Unidos. Y por supuesto, debido a que la supuesta conspiración en este caso no implicaba que se enviara cocaína a los Estados Unidos, no hay evidencia de que “Pepero” haya participado en la importación de cocaína a los EEUU.

Del mismo modo -acotan- en ninguna parte de las alegadas confesiones de los Demandados se sugiere que Pepero fue informado sobre el destino final de la cocaína imaginaria que CS-1 afirmaba que Campo y Flores iban a enviar a los Estados Unidos”. 


– De hecho, contrariamente a lo que sugiere el Gobierno en su recitación de las supuestas confesiones, no hubo testimonio de que Campo y Flores mencionaran a ningún “Pepe” o “Pepero” en ningún momento de su discusión con el agente de la DEA. La base de su supuesta relación entre la declaración posterior a la detención y los mensajes de texto es el testimonio de un testigo reconocido como “Pepe” es un apodo común para “José”.

Agregan que Campo mencionó que un individuo, llamado Juan José fue un intermediario. Los abogados dicen que en español hay un sobrenombre común asociado con el nombre José que es “Pepe”, aunque también es un apodo para “José”, pero también hay muchos otros sobrenombres comunes para “José”, y Pepe no es un apodo común para “Juan José”. 


La defensa sostiene además que “hay literalmente millones de personas llamadas “José ” en Suramérica. Sin algún testimonio vinculando lógicamente a Pepero con “Juan José”, es improcedente que el Gobierno sugiere que los dos individuos son la misma persona”.



– […] Por otra parte, quien quiera que sea “Juan José”, el testimonio de él no incluye ninguna referencia a ninguna conversación que permita inferir que alguna vez fue informado sobre las declaraciones de CS-1 con respecto a los Estados Unidos o cualquier otra información que le diera los conocimientos necesarios para convertirse en miembro de una conspiración para importar estupefacientes a norteamérica. 


Por lo tanto -advierten- el Gobierno no tiene ninguna base para argumentar en el juicio que “Pepero” era un miembro de la conspiración.


Sostienen que el Gobierno no tiene ninguna base para avanzar la idea de que el jurado podría haber considerado adecuadamente a “Pepero” un miembro de la conspiración por la cual fueron hallados culpables los dos sobrinos de la pareja presidencial venezolana.’


Niegan relación con el capo Hermágoras González


Asimismo, la defensa critica que el Gobierno haya lanzado una “narración sin apoyo” sobre un supuesto complot para liberar a un narcotraficante encarcelado, Hermágoras González Polanco, y “enviar aviones cargados de cocaína desde Venezuela a narcotraficantes mexicanos”. 


-Dejando a un lado el hecho de que no hay conexión lógica entre esta discusión y la conspiración, todo el conjunto de inferencias expuestas por el Gobierno aquí son inadmisible. No hay ninguna referencia real a los “narcotraficantes mexicanos” en ninguna de las comunicaciones, esto es pura especulación basada en que el gobierno leyó las palabras “taco” y “sombrero” en los mensajes de texto. 


La defensa sostiene que las que extrapolaciones hechas por el gobierno en relación a la palabra “taco” no se basan en ninguna evidencia. “Además del sentido común y la consideración del contexto general de estas comunicaciones, la inferencia de que la frase” gente del taco “era una referencia a los mexicanos, y” el sombrero “una referencia a México es inadmisible.


Rechazan el argumento de la fiscalía según el cual  Pepe fue el principal conducto entre los acusados ​​y la Organización Sombrero.


Del mismo modo no aceptan el argumento del Gobierno según el cual “el jurado podía inferir de las comunicaciones de los acusados ​​con Pepe y el hecho de que los asociados de la Organización Sombrero estuvieran tratando de asegurar la liberación de Polanco y que Polanco estaba encarcelado por tráfico de drogas”. 


-[..] El jurado no podía inferir tal cosa. No había evidencia en el expediente sobre la naturaleza de cualesquiera cargos contra Hermágoras González Polanco. De hecho, el documento que el Gobierno cita como prueba de la supuesta participación de los Demandados en un complot para “liberar a un narcotraficante encarcelado” no contiene ninguna referencia a ninguna acción real emprendida para liberar a González, sino que presenta sólo unas pocas líneas de texto en las que Campo Flores simplemente pregunta: “Mira, ¿cuál es el nombre del tipo encerrado [?]”. Las inferencias que el Gobierno sugiere podrían extraerse de este intercambio son más que especulativas: son ilógicas. 


Agregan que no hubo prueba suficiente para que un jurado razonable llegue a la conclusión de que el Gobierno había cumplido con su deber de probar la conspiración más allá de la duda razonable. “Incluso si el Gobierno pudiera establecer que los Demandados habían conversado con alguien acerca de tratar de obtener la liberación de Polanco, esto no tiene nada que ver con la conspiración imputada en este caso”.


Advierten que el Gobierno no está autorizado a tomar ninguna conversación inexplicable de los teléfonos de los Demandados y argumentar como prueba inferencial que la conversación podría tener una relación con el tráfico de drogas y podría estar relacionado con la conspiración para importar cocaína a los Estados Unidos.



5 comentarios sobre «Defensa de sobrinos de Nicolás Maduro niega que sus clientes hayan querido liberar al capo Hermágoras González Polanco»

  1. "Están mareando la perdiz" Los narconovatos dentro de poco estarán bailando joropo ventido en los hermosos llanos venezolanos.
    Así será.
    Feliz día.

  2. No se imaginan los abogados de los narcosobrinos que la droga que intentabann introducir a EU pudo terminar siendo consumida por alguno de sus hijos, o es que no tienen hijos. A veces los abogados pierden la etica y la moral.

  3. Es que acaso los abogados de los narcosobrinos no saben que esa droga que intentaban introducir en EU pudo haber sido consumida por alguno de sus hijos, o es que no tienen hijos. A veces los abogados pierden sus escrupulos y principios morales y eticos por el dinero.

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