Exvicepresidente de finanzas de PDVSA, Víctor Aular, habría participado en la conspiración para lavar USD 1.200 millones que involucra a Maduro y a sus hijastros

Tanto el préstamo que dio origen a la operación de lavado de dinero, como el contrato de cesión de las empresas que hicieron figurar como supuestas financistas de PDVSA, ocurrieron bajo la gestión de Aular y el resto del equipo que lo acompañó hasta el 30 de diciembre de 2014 en la junta directiva de Petróleos de Venezuela S.A.

Redacción Maibort Petit

El caso de la trama de corrupción de Petróleos de Venezuela S.A. que permitió lavar USD 1.200 millones en el sistema financiero de los Estados Unidos y que se maneja en la Fiscalía del Distrito Sur de la Florida, el cual involucraría a altos personeros del gobierno venezolano encabezados por el presidente de la república, Nicolás Maduro, funcionarios de la estatal, conocidos empresarios y a los hijos de la primera dama, Cilia Flores, se ha convertido en un acertijo ante el cual es necesario agudizar el entendimiento, el sentido de la observación y ser precisos para tratar de establecer la identidad de los involucrados.

En esta oportunidad queremos hacer referencia a quien en los documentos oficiales se identifica como Oficial 1, quien de acuerdo a lo que de él se dice en el expediente, sería Víctor Aular, vicepresidente de finanzas de PDVSA para el momento en que sucedieron los hechos investigados por las autoridades estadounidenses.

Integraban la junta directiva de PDVSA para el momento de desarrollarse los hechos que conforman esta trama, Rafael Ramírez en la presidencia; Eulogio Del Pino como vicepresidente de Exploración y Producción; Asdrúbal Chávez, como vicepresidente de Refinación, Comercio y Suministro; Víctor Aular en la vicepresidencia de Finanzas; Ricardo Coronado, Jesús Luongo, Ower Manrique y Orlando Chacín, como directores internos; Wills Rangel, Nelson Merentes y Jorge Giordani como directores externos[1]. Esta directiva de la estatal petrolera se mantuvo hasta que el presidente de la república, Nicolás Maduro, el 30 de diciembre de 2014, anunció que Carlos Erick Malpica Flores, sobrino de Cilia Flores, ocuparía la vicepresidencia de Finanzas de la petrolera. Para la fecha, Malpica Flores ocupaba también la titularidad de la Tesorería Nacional. En ambas funciones estuvo hasta noviembre de 2015. Es luego de este enuncio cuando la junta directiva de PDVSA adquiere una nueva conformación, ahora integrada por Orlando Chacín (vicepresidente de Producción), Jesús Luongo (vicepresidente de Refinación), Aracelis Suez de Vallejo (vicepresidente de Informática y Sistemas) y Antón Castillo (vicepresidente de Mercados), como directores internos). Los directores externos designados fueron el ministro de Economía, Finanzas y Banca Pública, Rodolfo Marco Torres, el ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, y el presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, Gas, Similares y Derivados de Venezuela (Futpv), Wills Rangel[2]. El nombramiento quedó oficializado en el Decreto 1.582 aparecido en la Gaceta Oficial N° 40.571 publicada el 30 de diciembre de 2014.

En este caso, que en la mencionada fiscalía estadounidense está signado con el N° 18-CR-20682-ALTONAGA, el banquero suizo de ciudadanía alemana residenciado en Panamá, Matthias Krull, se ha convertido en pieza clave para el esclarecimiento del entramado de corrupción que la justicia norteamericana se ha empeñado en esclarecer. Este hombre, arrestado en Miami en fecha reciente, ha pasado a ser de importancia vital, pues se declaró culpable y ha decidido colaborar y en ese proceso ha aportado datos que han permitido a los fiscales ir desenredando la madeja que tan acuciosamente tejieron los protagonistas del esquema que facilitó la legitimación de milmillonarias cantidades de dinero provenientes de manejos irregularices habidos en la empresa venezolana[3].

Como ya lo hemos dado a conocer en entregas anteriores, el propio presidente Nicolás Maduro estaría siendo objeto de investigación, tanto en la citada fiscalía de Estados Unidos como en Malta, donde la Unidad de Análisis de Inteligencia Financiera (FIAU por las siglas en inglés de Financial Intelligence Analysis Unit) indaga sobre su gestión, ante la sospecha de que habrían lavado cientos de millones de dólares provenientes de fondos gubernamentales que habrían sido supuestamente transferidos a una firma maltesa entre finales de 2014 y principios de 2015, tal como lo señalan los documentos oficiales que cursan en la corte de Miami[4]. Los hijos de Cilia Flores, Walter Jacob Gavidia Flores, Yosser Daniel Gavidia Flores y Yoswal Alexander Gavidia Flores, también formarían parte de las averiguaciones[5], así como el supuesto testaferro de estos, Mario Enrique Bonilla Vallera[6] y el empresario Raúl Gorrín, propietario de la televisora Globovisión.
 
Hay que recordar que las referencias a los señalados en el expediente no se hacen directamente por su nombre y apellido, sino mediante apelativos y alusiones al papel jugado por estos en el esquema de corrupción investigado.
 
La acusación de la fiscalía señala que desde diciembre de 2014 hasta julio de 2018, Matthias Krull,  junto con Francisco Convit Guruceaga, José Vicente Amparan Croquer alias “Chente”, Carmelo Antonio Urdaneta Aqui, Abraham Edgardo Ortega, Gustavo Adolfo Hernández Frieri, Marcelo Federico Gutiérrez Acosta y Lara, Mario Enrique Bonilla Valiera y otros, conspiraron para participar en transacciones monetarias, ocultar, disfrazar y lavar de otra manera cientos de millones de dólares en fondos que eran producto de actividades criminales —sobornos pagados a extranjeros y violaciones de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA)—, incluidas las transacciones con “US Financial Institution 1”.

Con sus acciones, los implicados habrían violado el Título 18 del Código de Estados Unidos, en sus secciones 1956 y 1957. También al valerse de las instalaciones del comercio interestatal y extranjero, Krull y sus socios violaron la Ley de Secreto Bancario, Título 31, Código de Estados Unidos, Sección 5322.

El caldo de cultivo de esquema de corrupción

Señala el documento que a través del sistema de control de cambio vigente en Venezuela, por ejemplo, para la fecha de los hechos, a saber 2014, era posible que una persona intercambiara 10 millones de dólares por 600 millones de bolívares a la tasa real de mercado y luego, a través de la tasa preferencial fija implementada por el gobierno, podía convertir dichos 600 millones de bolívares en 100 millones de dólares. Es decir, al final esta persona habría podido comprar 100 millones de dólares con tan solo 10 millones.

Y es que como reza la acusación, la diferencia entre la tasa fija y la tasa real de mercado crea oportunidades para el fraude y el abuso, permitiendo que funcionarios venezolanos participen en estos esquemas de cambio de divisas a cambio de sobornos. Empresas estatales como Petróleos de Venezuela S.A., PDVSA, eje de la economía venezolana y principal fuente de divisas del país, son utilizadas para llevar a cabo este tipo de esquemas fraudulentos.

En medio de este contexto fue que actuaron los acusados por la Fiscalía del Distrito Sur de la Florida. Se advierte en el documento de dicho ente judicial que Krull y sus socios en la conspiración son expertos conocedores del sistema bancario internacional, así como de las prácticas que estas instituciones implementan para combatir el lavado de dinero.

En tal sentido, refiere el documento, que para que una de las partes envíe fondos a un tercero, la operación debe estar plenamente justificada comercialmente con una transacción legítima, cuyo respaldo va a ser solicitado por los bancos para verificar que todo se haya llevado a cabo de acuerdo a la ley.

Las operaciones de lavado de dinero requieren por tanto, de refinadísimos mecanismos que logren pasar desapercibidos tanto ante los esquemas de protección de las instituciones financieras y bancarias, como de las autoridades. Para burlar estos mecanismos, quienes incurren en estas prácticas criminales se valen de documentación falsa o estratagemas estructurados para evitar ser detectados. Las falsas inversiones, los préstamos ficticios suelen ser la forma de ocultar estos esquemas de lavado de dinero.

La trama de lavado de dinero y el papel de Aular

El objetivo que se trazaron los conspiradores acusados por las autoridades estadounidenses fue lavar USD 1.200 millones malversados a la estatal petrolera PDVSA.

Entonces en los documentos presentados se hace referencia al “Oficial venezolano 1”, a quien se identifica como un “funcionario extranjero” —así lo define la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA)—  quien fue la persona que autorizó la malversación a cambio de sobornos.

El esquema de malversación diseñado establecía a través del plan con divisas de PDVSA que se utilizaría la empresa Eaton Global (Eaton Global Services Ltd), una compañía de la cual sería propietario Raúl Gorrín, presidente de Globovisión[7].

Las investigaciones señalan que la malversación operó a través de sistema de intercambio que se disfrazó como un acuerdo de “financiación” para lo cual se utilizaron como documentos que justificarían la operación, un contrato de préstamo, con fecha del 17 de diciembre de 2014, entre PDVSA y Rantor Capital C.A. (de la que también sería dueño Gorrín), una compañía de maletín que figura como el ente que prestó 7.200 millones de bolívares a PDVSA. De esta operación sería responsable el señalado “Oficial venezolano 1”, de quien se dice en el documento era Vicepresidente de PDVSA. Quien para la época ostentaba el cargo de Vicepresidente de Finanzas de Petróleos de Venezuela S.A. era Víctor Aular, como ya hemos constatado líneas arriba.

El 23 de diciembre de 2014 se registró un contrato de cesión entre Rantor y Eaton Global, en la cual la primera le asignaba a la segunda sus derechos como acreedor de PDVSA bajo el contrato de préstamo, contemplándose que la petrolera debía cancelar la deuda en un plazo de 180 días pagando 600 millones de dólares.

Igualmente, en la misma fecha antes señalada, se presentó una carta de notificación de asignación, según la cual Eaton Global informa a PDVSA —específicamente al oficial venezolano 1— la asignación y sugería que PDVSA reembolsara el préstamo de 7.200 millones de bolívares en el equivalente en euros de 600 millones de dólares.

Como puede observarse, tanto el préstamo (17-12-2014) como el contrato de cesión (23-12-2014) ocurrieron bajo la egida de la junta directiva en la que Víctor Aular tomaba las decisiones en su carácter de vicepresidente de Finanzas de PDVSA y tales operaciones debieron ser aprobadas por el resto de los directivos que lo acompañaron hasta el 30 de diciembre de 2014 cuando oficialmente fueron destituidos.

De este modo, Eaton Global, controlada por miembros de la conspiración, recibió alrededor de 511 millones de euros de PDVSA después de prestarle a la estatal 7.200 millones de bolívares —equivalentes a 35 millones de euros— por solamente unos pocos meses.

Oficial venezolano 1 junto a otros funcionarios facilitaron este esquema a cambio de sobornos pagados con los ingresos obtenidos por la operación fraudulenta. Tal hecho, significó la violación por parte del Oficial venezolano 1 —a saber Víctor Aular— no solamente la legislación venezolana, sino también la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero en razón de que uno o más miembros de la conspiración cometieron actos de corrupción dentro del territorio de los Estados Unidos.

El reparto del botín

Los participantes en la conspiración acordaron dividir los ingresos obtenido de las operaciones irregulares a través del esquema de malversación de moneda extranjera así:

A Francisco Convit Guruceaga y “Conspirador 2” —a saber, Francisco Convit Guruceaga— el “Boli”, le correspondieron 227 millones de euros; igual cantidad correspondió a “Conspirador 7”, a quien se ha identificado como Raúl Gorrín.

Luego de esto, los protagonistas de la trama acordaron distribuir aún más los ingresos entre algunos de los miembros de la conspiración. De este modo, el “Boli” destinó unos 78 millones de euros a una fuente confidencial (CS), que recibió instrucciones de entregar los fondos a Carmelo Urdaneta Aqui, Abraham Ortega, “Conspiradores 1 y 3” y el Oficial venezolano 1.

A su vez, “Conspirador 7” dirigió 159 millones de euros a tres personas conocidas como “Los Chamos”,  a quienes se identifica en el documento como los hijastros de “Oficial venezolano 2” —serían estos los hijos de la primera dama venezolana Cilia Flores—. Oficial venezolano 2 —Nicolás Maduro— se constituye como un “funcionario extranjero” de acuerdo a la FCPA.

Los protagonistas de la trama recurrieron a la figura de los testaferros, refiere el documento de la fiscalía, con el objetivo de ocultar la naturaleza, fuente y control de los fondos de PDVSA. Igualmente se valieron de banqueros y administradores de dinero cuya función era facilitar el lavado.

La participación de Krull

Es con este papel que Matthias Krull se incorpora a la conspiración.
Él tenía la misión de facilitador de banca y lavado de dinero para “Conspirador 7” y otros participantes.

Se indica que Krull se desempeñó hasta mayo de 2018 como empleado en un banco suizo en el que ocupaba la posición de Director General y Vicepresidente. En la institución le correspondía atraer clientes de banca privada al banco, principalmente de Venezuela.

Entre los clientes de Matthias Krull se encontraban Francisco Convit Guruceaga, así como los  Conspiradores 2, 7 y 9, que databan desde hacía varios años.

Allí, en su posición bancaria, Krull fue contactado en 2016 por Conspirador 7 (Gorrín) para invitarlo a participar en la trama de lavado de los fondos de PDVSA.

La primera operación encomendada por Conspirador 7 a Krull fue mover y depositar fondos equivalentes a 600 millones de dólares provenientes de la malversación de divisas. Cuando el banquero solicitó el origen de los fondos, Conspirador le proporcionó una copia de un apéndice al contrato de préstamo original de PDVSA y Rantor, que duplicó la línea de crédito inicial de 7,2 a 14 mil millones de bolívares. La modificación fue fechada el 25 de mayo de 2015 y específicamente incorporó el contrato de préstamo inicial de PDVSA.

Después, Conspirador 7 le solicitó a Krull en una cita que tuvo lugar en su oficina en Venezuela, la movilización de un tramo de 200 millones de dólares. Conspirador 7 quería que el banquero se reuniera con el propietario de los fondos y entonces le presentó a Mario Enrique Bonilla Vallera anteriormente conocido como “Conspirador 8” y a “Conspirador 10”.

En medio de la conversación, conspirador 7 le preguntó a Krull si sabía a quién representaba “Mario” y ante la respuesta negativa del banquero le informó que este representaba a “Los Chamos”, es decir a los hijastros de un oficial venezolano 2. También le explicó que “Los Chamos” le habían ayudado a resolver problemas con el Oficial 2 de Venezuela, al intervenir con su madre, la esposa del Oficial venezolano 2.

Posteriormente, Conspirador 7 —Raún Gorrín— presentó a Matthias Krull a “Los Charros” —los Gavidia Flores— quienes se encontraban en la habitación contigua con el Conspirador 9 y el Conspirador 11. Se le explicó al banquero que Mario Enrique Bonilla Valiera y Conspirador 10 serían los testaferros o prestanombres de “Los Chamos”.

Conspirador 7 le dijo a Krull que estaba disgustado con José Vicente Amparan Croquer y el “chico portugués” (Hugo Gois) por su labor como administradores del dinero.

Fue cuando Matthias Krull aceptó unirse a la conspiración.

El siguiente paso de Krull fue reunirse con Mario Enrique Bonilla Valiera y Conspirador 10 en varias oportunidades para guiarlos respecto a la recepción de los fondos de PDVSA en su papel de testaferros de los “Chamos” y como parte de un plan para utilizar una estructura de lavado de dinero con Global Securities Advisors y Gustavo Hernández Frieri en Miami, Florida.

Luego vinieron más reuniones entre Matthias Krull y Conspirador 7 (Gorrín), incluida una que tuvo lugar en Fisher Island en el Distrito Sur de Florida, donde estaba renovando un condominio. En esta cita Gorrín llamó al Conspirador 11 para preguntar sobre el estado del proceso para entregar al banquero los documentos necesarios para mover los fondos para “Los Chamos”.

Matthias Krukll sabía perfectamente que estaba siendo participe de una conspiración ilegal de lavado de dinero y que los fondos, cuyo trabajo era ocultar y tramitar, provenían de actividades delictivas y sobornos.

¿Quién es Víctor Aular?

Víctor Eduardo Aular Blanco[8], nacido el 13 de diciembre de 1964 y titular de la Cédula de Identidad N° V-6.835.572. Se le ubica en Petare, municipio Sucre del estado Miranda. Ejerce su derecho al sufragio en la Unidad Educativa Colegio Santa Rosa de Lima en la parroquia Las Minas de Baruta, del municipio Baruta, estado Miranda.

Aular Blanco asumió Vicepresidencia de Finanzas de PDVSA en 2013 y fue destituido en diciembre de 2014 cuando en su lugar se nombró a Carlos Erik Malpica Flores, tesorero nacional y sobrino de la primera dama Cilia Flores. Ingresó a la estatal en 2003 cuando se produjo la huelga petrolera. “Desde entonces, ha ocupado distintos cargos como gerente corporativo de Contraloría Financiera en 2004, gerente corporativo de Presupuesto, Costos y Control de Gestión en 2006, director ejecutivo de Finanzas entre 2007 y 2011, director interno de Pdvsa entre 2011 y 2013, año en que alcanzó la Vicepresidencia de Finanzas”[9], refiere el portal Poderopedia.

En la Gaceta Oficial N° 39.681 de fecha 25 de mayo del 2011 que registra el Decreto N° 8.237 estableció la designación de una nueva junta directiva de Petróleos de Venezuela S.A. nombrándose como Directores Externos Nicolás Maduro Moros quien ostentaba el cargo para el momento de Canciller de la República, asimismo al ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani y a Will Rangel. Como vicepresidentes se designó a Asdrúbal Chávez y Eulogio Del Pino. También pasaron a integrar la directiva Ricardo Coronado, Orlando Chacín, Jesús Luongo, Ower Manrique y Víctor Aular, quienes figurarían como Directivos Internos[10].

La Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional lo consideró entre los funcionarios a investigar en el contexto de las averiguaciones por el desfalco a la nación por hechos de corrupción por un monto que oscilaría entre los 350 y 400 millardos de dólares[11].

Citas

[1] PDVSA. Informe de Gestión Anual 2013.  
[2] El Pitazo. “Carlos Erick Malpica Flores: El poder sin rostro de las finanzas del país”. 30 de septiembre de 2015. 
[3] City Wire Americas. “Ex-Julius Baer exec pleads guilty to money laundering charge”. 23 de Agosto de 2018. 
[4] Venezuela Política. “Trama de lavado de dinero a través de empresa de Malta involucraría a Nicolás Maduro”. 21 de agosto de 2018. 
[5] Venezuela al día. “Fiscalía de EEUU pone en “tres y dos” a hijos de Cilia Flores (Detalles)”. 26 de agosto de 2018.
[6] Venezuela Política. “Testaferro de los hijos de Cilia Flores trabajó con la primera dama en la Procuraduría General de la República”. 25 de agosto de 2018. 
[7] Cuentas Claras Digital. “Dos compañías involucradas en caso de lavado de dinero de Pdsva en Miami son de Raúl Gorrín”. 29 de julio de 2018. 
[8] Dateas. Aular Blanco Victor Eduardo. 
[9] Poderopedia. Víctor Aular. 
[10] Correo del Orinoco. “Gaceta Oficial N° 39.681|Designan nueva junta directiva en PDVSA”. 26 de mayo de 2011. 
[11] Tal Cual. “AN calcula desfalco a la nación por corrupción ronda los $400 millardos”. 2 de agosto de 2018.


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