El Chapo Guzmán celebró actuación de su abogado Jeffrey Litchman cuando interrogó al narco colombiano que testificó en su contra

Por Maibort Petit
@maibortpetit 

Si el éxito se midiera por la sonrisa, hoy podríamos afirmar que Joaquín el Chapo Guzmán se sentía triunfante luego que su abogado, Jeffrey Litchman, asestara un golpe a la credibilidad de uno de los testigos del gobierno, el narcotraficante colombiano, Jorge Milton Cifuentes Villa. Y es que la audiencia número 18 del juicio del presunto líder del cártel de Sinaloa, el acusado tomó notas acuciosamente, ayudó a sus defensores, sugirió estrategias a seguir, una de las cuales resultó decisiva para crear la duda en el jurado sobre la relación que sostuvo el testigo con Guzmán.



El Chapo escribió en una libreta de hojas amarillas algunos datos e ideas que se le iban ocurriendo a medida que avanzaba el interrogatorio de Cifuentes por parte de la defensa. Una de las sugerencias de Guzmán a su defensor fue que le mostrará al testigo una serie de fotos de personajes que forman parte del cártel de Sinaloa y a las que supuestamente el narco colombiano conocía. Entre las imágenes mostradas por Litchman estaban las del Ismael “el Mayo” Zambada y su hermano Jesús “el Rey” Zambada, Miguel Ángel Martínez Martínez, “el Gordo” y la de “Nacho” Coronel. A todas las preguntas Cifuentes respondió que no los conocía.


Desafiantes


Cifuentes desafió Litchman en varias oportunidades, lo que molestaba al abogado. El testigo le advertía al implacable defensor  sus anotaciones estaban equivocadas, e inclusive le dijo que que podría ayudar a mejorarlas. 


Buscando acabar con la credibilidad del testigo, el defensor del “Chapo” acusó a Cifuentes de haber ordenado la muerte de colaboradores y enemigos, entre otras razones, en venganza por el asesinato de su hermano Francisco “Pacho” Cifuentes.

Litchman alzaba la voz en la sala ante la tozudez del testigo a responder afirmativa o negativamente sus preguntas, y se molestó cuando Cifuentes lo contradecía en las afirmaciones que hacía durante el interrogatorio. Fue tal la agresividad del abogado que el juez Brian Cogan le ordenó que dejara de gritar en la sala y que guardara la compostura. 

Según Litchman el testigo le había pedido a su hermano Fernando que matara a  Efraín Hernández, alias “Don Efra”, socio clave del cartel del norte del Valle,  asesinado en noviembre de 1996. Cifuentes dijo que él había tratado de persuadirlo para que no lo asesinarlo. La razón de la orden era porque temía que este tuviera algo que ver con la muerte de su otro hermano Francisco.

-¿Usted le dijo a la fiscalía que trató de parar el asesinato?

Cifuentes aseguró que trató de persuadirlo pero “no lo pude detener”.

_¿Usted pidió a su hermano que matara a Carlos J. Correa?

-Si es correcto. Correa le había dicho algo insultante de “Don Efra” en una reunión y lo mataron.

Litchman también afirmó que Cifuentes habría ordenado la muerte de otras personas, entre quienes mencionó a Henry Parra. Ante la aseveración el testigo lo desmintió “es otro de los errores de sus notas porque ese aún estaba vivo”.

Cuando el defensor le preguntó por la muerte de Manuel Cepeda, quien le robó drogas y por eso lo había mandado a matar dos veces (una vez lo perdonó), Cifuentes manifestó que no había sido por robo sino porque el hombre se llevó a Guatemala la hermana de su esposa, “me acusó que yo tenía la niña. Cuando le pregunté me dijo que no y me dio mucho coraje y lo mandé a matar. Yo soy el culpable” admitió.

¿Confesó ese crimen a la fiscalía?, preguntó Litchman a lo que Cifuentes dijo “si”.

Sobornos a un fiscal de mexicano

Seguidamente, Cifuentes respondiendo a las preguntas del defensor sostuvo que pagó sobornos al procurador mexicano, Ignacio Morales Lechuga, quien ejerció funciones durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.



Cifuentes sostuvo que Juan De Dios Rodríguez alias “el Flaco” era el responsable del pago de coimas a los funcionarios del gobierno. “El era el encargado de la bodega en México donde guardaban la cocaína que era enviada a Estados Unidos” acotó.

Cifuentes aseguró que “el Flaco” tenía a su disposición 70 agentes de  la Policía Federal de México encargados de proteger sus negocios pero “yo era quien pagaba la nómina. Los federales no sabían que trabajaban para mi”.



Comentó que “el Flaco” había enviado a unos policías a matarlo y que él había pagado USD 500 mil dólares a esos mismos agentes para que fueran a asesinar al “Flaco” en Monterey. 


Sostuvo que “el Flaco” era quien organizaba las cuentas y le debía un dinero. Confesó que uno de los hombres que trabajaba para su hermano conocido como “Julu” y dos pistoleros que trabajaban para él en ese momento se encargaron de matar a “el Flaco”.

Litchman le preguntó si sentía mal por haber ordenado la muerte del “Flaco” ya que le había prometido al padre de la víctima en su lecho de muerte que iba a cuidar para que a Rodríguez no le pasara nada. “Si me siento mal”.
Agentes de la DEA corruptos


Uno de los temas que mayor controversia causó en la sesión de este lunes fue la pregunta hecha por Litchman a Cifuentes y que advertía que habría visto evidencias de supuestos actos de corrupción de que involucraba a agentes de la Agencia estadounidense contra las Drogas (DEA) en Bogotá.

El testigo sostuvo que una persona apodada “Pancho” le había dicho que su primo era agente de la DEA y que supuestamente filtraba información a varios narcotraficantes colombianos. Entre las pruebas habrían registros de mensajes de texto de Blackberry que Cifuentes había enviado a su hermano Alexander. Asimismo, comentó que el Pancho le había aconsejado que le dijera a Alexander que tuviera mucho cuidado cuando hablaba con su madre “porque la DEA les estaba interceptando las llamadas”.


Hubo una interrupción de la fiscalía cuando Litchman preguntó a Cifuentes si creía que la DEA tenía agentes corruptos, a lo que este respondió afirmativamente.


Se refirió a un sujeto que lo había visitado y quien no reveló su identidad y que había informado de la investigación en su contra  en Estados Unidos. En la reunión, que se realizó en 2010 en la casa de su hermana del testigo Dolly Cifuentes, el hombre le había mostrado miles de archivos que habría llevado en un Pen drive. Entre las carpetas había documentos, audios y hasta un organigrama de la organización criminal en la cual se encuentra el acusado Joaquín Guzmán y que posteriormente había sido publicada por la Agencia de Control de Activos del Departamento del Tesoro norteamericano (OFAC).


El testigo sostuvo que las evidencias que le mostró aquel sujeto se parecían mucho a las que le presentó la DEA cuando fue extraditado a Estados Unidos en 2013 y que él revisó personalmente.


Cifuentes se declaró culpable de delitos de narcotráfico y lavado de dinero y aun no ha sido sentenciado.


Este martes continuará el interrogatorio de la defensa a Cifuente y posteriormente subirá al estrado otro narcotraficante, Pedro Flores quien junto a su hermano gemelo Margarito Flores fueron  acusados por Estados Unidos de ser hombres de confianza de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Chicago.


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